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La Articulación Témporo Mandibular y sus Patologías

 

 

Por la Licda. Lilian Chen de Del Cid

Fisioterapeuta – Certificación internacional en ATM, Cervical y Lumbar.

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La fisioterapia es una disciplina de la salud que ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a tratar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.

 

Frecuentemente se relaciona la fisioterapia o a los fisioterapeutas con el masaje, pero su arsenal de técnicas terapéuticas es mucho más amplio, como lo es en este caso para tratar las patologías de la articulación témporo-mandibular.

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La articulación témporo-mandibular (ATM) en una fase postural normal no es una articulación con carga de peso, pero una mala oclusión dental o el mal estado de la dentición puede provocar una sobrecarga articular, chasquidos, rechinar o bruxismo. Considerémoslo como un elemento funcional bilateral que actúa equilibrando el cráneo sobre la columna cervical y la relación muscular entre las tres estructuras está en relación directa con el resto del cuerpo.

 

Los trastornos disfuncionales témporo-mandibulares o cráneo-mandibulares son un conjunto muy variado de patologías de sus estructuras asociadas, que afectan a la función normal de dicha articulación y/o producen dolor.
Las causas de estas patologías son muy variadas, algunas son congénitas (como la hiperlaxitud ligamentaría) y otras son adquiridas (como la ausencia de dientes que puede provocar problemas en la oclusión dentaria, o traumatismos directos e indirectos en la zona).

 

Clasificaciones de la patología de la ATM

 

Teniendo en cuenta las múltiples clasificaciones existentes y basándonos en criterios prácticos, los problemas témporo-mandibulares los podemos clasificar en:

  1. Desórdenes musculares o miopatías témporo-mandibulares: los cuadros más frecuentes son el síndrome miofascial y el bruxismo.
  2. Desórdenes articulares o artropatías témporo-mandibulares: son los cuadros intrínsecos de la propia ATM (luxaciones, desplazamientos discales, bloqueos, etc.).

 

Tres son los síntomas fundamentales que pueden hacer pensar en una patología o trastorno de la ATM: dolor, chasquido y limitación a la apertura bucal.

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Según la Sociedad Americana del Dolor Orofacial, las 10 preguntas básicas o preliminares que deben reflejarse en un cuestionario sobre desórdenes témporo-mandibulares son:

 

  1. ¿Tiene dificultad, dolor o ambos al abrir la boca, por ejemplo, al bostezar?
  2. ¿Se ha quedado alguna vez su mandíbula atascada, bloqueada o desencajada?
  3. ¿Tiene dificultad, dolor o ambos cuando mastica, habla o mueve la mandíbula?
  4. ¿Ha notado ruidos en las articulaciones mandibulares?
  5. ¿Nota frecuentemente rigidez, tirantez o cansancio en la mandíbula?
  6. ¿Siente dolor alrededor de los oídos, sienes o mejillas?
  7. ¿Tiene frecuentes dolores de cabeza, cuello o dientes?
  8. ¿Ha tenido recientemente algún traumatismo en la cabeza, cuello o mandíbula?
  9. ¿Ha notado algún cambio reciente en su forma de morder?
  10. ¿Ha sido previamente tratado de algún dolor cervicofacial inexplicable o por un problema de la ATM?

 

Ver vídeo de Técnicas fisioterapeuticas para patologías cervicales

 

En la exploración del fisioterapeuta se valora:

Observación estática: 

                  

  • Relación de los planos:   Oculares – maxilares – nariz.
  • Posición de la cabeza:    Simetría en posición de la cabeza (orejas), posición mentoniana, borla del mentón y surco sub labial inferior y superior.
  • Deformidades o asimetrías faciales.
  • Lengua dentada.

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Observación Dinámica:

La apertura y cierre de la mandíbula.
Palpación de cóndilos (eminencia redondeada en la extremidad de los huesos, que forma la articulación)
Palpación de los músculos de la cara y boca.
Test específico para ATM.
Relación postural: Cabeza-cuello-tórax-hombro.

 

Otros síntomas

 

Podemos encontramos con adormecimiento facial, molestias visuales, pérdida de oído y neuralgia del trigémino.

Cuando la articulación ATM se desplaza, se contractura todos los músculos de la cabeza y de la cara para proteger la articulación, lo que origina un intenso dolor. Esta contractura de los músculos produce una irritación continua de una o de varias de las ramas del trigémino (dolencia que produce el dolor más intenso según la escala del dolor de la OMS).

 

El papel del fisioterapeuta en el tratamiento de las afecciones de la ATM es muy importante. Se aborda con la evaluación kinésica que debe ser minuciosa y objetiva. De esto depende el tratamiento que se basa en el devolver la función, y acabar con el dolor

 

El tratamiento fisioterapéutico consta de dos etapas:

 

Analgésica y antiinflamatoria: Por medio de aparatos de fisioterapia como ultrasonido específico para el área, electro analgesia, etc.

Terapias manuales: Se aplica una vez que desaparece el dolor. Es la etapa más importante que busca terminar con la causa que produce el dolor y devolver al paciente la actividad de la vida diaria sin dolor y con la mejor funcionalidad.

Existe evidencia científica de la relación directa de que la patología ATM que puede afectar otras partes del cuerpo entre ellas se demostró en el 2005 en un estudio llamado “The influence of an experimentally-induced maloclussion on vertebral alignment in rats: a controlled study“ M. Amilio. Craneo, 2005, con 30 ratas. De las cuales solo con 15 se experimentó, y las otras 15 solo se les llevo un control. Con las que se experimentó, se les introdujo un tope oclusal en el primer molar superior derecho, en la semana uno, se obtuvo como resultado que en el 100% de los casos, visto a través de Radiografías (Rx), presentaron deformidad en toda la columna.

Después se procedió a introducir otro tope oclusal pero en el lado izquierdo. En una semana el 83% de los casos se produjo una realineación vertebral.

 

Otro estudio en el 2002 “Occlusal support and head posture”. De Kibana Y. J oral Rehab.

 

Concluyo que la pérdida del soporte oclusal posterior, unilateral o bilateralmente demostró, no solo provocar un cambio en la posición mandibular, sino también un cambio de la posición de la cabeza.

 

Se calcula que entre un 40-75% de la población presenta o ha presentado algún signo de disfunción de la Articulación témporo-mandibular de los cuales el 50% presenta ruidos en la articulación, y no son estos los que buscan atención fisioterapéutica o médica.

Afecta más a mujeres que a hombres, en una proporción 9:1 según los autores. En cuanto a la edad, es más frecuente entre los 15 y 45 años.

 

Como factores de riesgo encontramos el apretamiento o rechinamiento dentario, las prótesis dentales que no encajan bien, el estrés y la artritis.

 

Recomendaciones Generales para la prevención patologías témporo-mandibulares:

 

  • Evitar situaciones de estrés
  • Evitar malos hábitos: morderse las uñas u objetos, mascar chicle, exceso de café, alcohol y té.
  • Alimentación blanda.
  • No apretar los dientes.
  • Dormir cómodo y mínimo 8 horas.
  • Realizar ejercicio físico diario.
  • Practicar técnicas o ejercicios de relajación.

 

 

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