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El cáncer y la alimentación

La alimentación es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Comer los alimentos adecuados durante y después del tratamiento puede ayudar a que se sienta mejor y más fuerte.

 

Cuando usted está saludable, consumir suficientes alimentos para obtener los nutrientes y calorías que necesita no representa un problema normalmente. La buena alimentación o nutrición es especialmente importante en caso de que padezca de cáncer debido a que tanto la enfermedad, como su tratamiento, pueden cambiar la forma en que come.   También pueden afectar la manera en que su cuerpo tolera ciertos alimentos, así como su capacidad de emplear los nutrientes. Alimentarse bien significa comer una variedad de alimentos para obtener los nutrientes que su cuerpo necesita para luchar contra el cáncer. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas, carbohidratos, agua, vitaminas, y minerales.

Proteínas

 

Las proteínas son necesarias para el crecimiento y la reparación del tejido corporal, así como para mantener sano nuestro sistema inmunitario. Cuando su cuerpo no recibe suficiente proteína, puede que recurra a desprender de la masa muscular el combustible que necesite. Esto podría prolongar el tiempo de recuperación de la enfermedad y reducir la resistencia a las infecciones.

 

 

Después de la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, normalmente se necesita proteína adicional para sanar los tejidos y ayudar a combatir las infecciones.

Entre las fuentes buenas de proteína se incluye cortes magros de carnes rojas, huevos, nueces, frijoles, lentejas.

Grasas

 

El cuerpo separa las grasas y las usa para almacenar energía, aislar los tejidos del cuerpo y transportar algunos tipos de vitaminas a través de la sangre.

Puede que haya escuchado que algunas grasas son mejores que otras. Al considerar los efectos de las grasas en el corazón y el nivel de colesterol, opte por grasas como aceites de oliva, aceite de aguacate y nueces, ya que por su contenido de omega 3 son un punto a favor en la reducción de la inflamación.

Carbohidratos

 

Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo y ofrecen al cuerpo el combustible que requiere para la actividad física y para el funcionamiento adecuado de los órganos. Las mejores fuentes de carbohidratos (frutas, verduras y granos enteros) proporcionan vitaminas y minerales esenciales, al igual que fibra y fitonutrientes a las células del cuerpo.

 

Vitaminas y minerales

 

Si la ingesta de alimentos que contengan vitaminas y minerales ha sido limitada por varias semanas o meses debido a los efectos del tratamiento, Puede que sea necesario realizar pruebas para saber si tiene deficiencias de vitaminas y minerales.

Algunas personas con cáncer toman grandes cantidades de vitaminas, minerales y otros suplementos alimenticios en busca de estimular su sistema inmunitario, o incluso para destruir las células cancerosas. Pero algunas de estas sustancias pueden ser perjudiciales, especialmente cuando se toman en grandes dosis. De hecho, algunas vitaminas y minerales en grandes dosis pueden provocar que la quimioterapia y la radioterapia sean menos eficaces.

Antioxidantes

 

Los antioxidantes incluyen vitamina A, C y E, así como selenio y zinc, al igual que algunas enzimas que absorben y se adhieren a los radicales libres (moléculas destructivas) para evitar que ataquen a las células normales.

 

Si usted quiere tomar más antioxidantes, los expertos en salud recomiendan comer una variedad de frutas y verduras que contengan una buena fuente de antioxidantes.

Fitonutrientes

 

Los fitonutrientes o fitoquímicos son compuestos vegetales como carotenoides, licopeno, resveratrol y fitoesteroles que se piensa que tienen propiedades que protegen la salud. Se encuentran en plantas tales como frutas y verduras, o en productos de origen vegetal, como el tofu o el té. Es mejor consumir los fitoquímicos en alimentos que los contienen, en lugar de tomar suplementos o pastillas.

 

Algunos consejos prácticos que debe tener en cuenta:

 

  1. No tenga miedo de probar alimentos nuevos. Puede que, durante su tratamiento, algunos alimentos que antes no le gustaban le sepan bien.
  2. Escoja alimentos vegetales de distintos tipos. Procure comer habas y frijoles (lentejas, arvejas) en lugar de carne durante algunas comidas de la semana.
  3. Procure consumir cada día más frutas y verduras, incluyendo frutas cítricas y vegetales verde oscuro y amarillo intenso. Los alimentos vegetales coloridos (tanto frutas como verduras) contienen sustancias naturales que fomentan la salud.
  4. Procure mantener un peso saludable, así como acostumbrarse a hacer alguna actividad física. Los pequeños cambios en el peso durante el tratamiento son normales.
  5. Limite la cantidad de alimentos que sean muy salados, ahumados y en escabeche.
  6. Evite o limite las carnes rojas y procesadas.

 

 

LICENCIADA KARINA CARRERA

NUTRICIONISTA DIETISTA

DAVID-CHIRIQUÍ 

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