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Conociendo la importancia de tu piel en el envejecimiento

La piel es un órgano complejo y dinámico integrado por diferentes tipos celulares que le confieren funciones especializadas. Es una barrera física semipermeable y una barrera en interacción con el medio externo, funciona como protección contra agentes infecciosos y es parte fundamental del sistema inmune.

 

El adulto mayor presenta en todos sus órganos y sistemas múltiples cambios por el paso del tiempo. El envejecimiento es una realidad biológica inevitable, es la consecuencia de procesos complejos de daño celular y molecular -acumulados- que ocasionan un declive funcional progresivo.

 

La piel es una ventana de los cambios cronológicos y la evidencia visible del envejecimiento. Es un órgano complejo en su fisiología y fisiopatología, por lo tanto, sufre cambios intrínsecos o crono envejecimiento, y cambios extrínsecos englobados en el término de foto envejecimiento.

 

El patrón de envejecimiento se ve modificado por hábitos, estilos de vida, exposición ambiental, enfermedades y factores genéticos que determinarán la magnitud de los cambios que se presentan en la biología humana única para cada individuo.

 

La piel tiene receptores para el dolor y la temperatura y, por consiguiente, influye de manera determinante en la termorregulación y es además el órgano táctil por excelencia. La piel se divide en capas o unidades funcionales epidermis, dermis y tejido celular subcutáneo.

 

Prestando atención a los cambios

 

La epidermis es la capa más superficial, integrada por hileras de células especializadas llamadas queratinocitos. Estas células se diferencian de manera progresiva mientras sufren una serie de cambios complejos regulados desde la capa proliferativa basal, pierden su núcleo, cambian la expresión de filamentos intermedios de queratina hasta el estrato córneo en donde se transforman en corneocitos.

 

En la capa basal de la epidermis, entre los queratinocitos, se encuentran los melanocitos que son células dendríticas derivadas de la cresta neural. Estas células son las encargadas de la producción del pigmento melanina.

Hablando de…

 

El cáncer cutáneo se clasifica en cáncer de piel melanoma y no melanoma. El carcinoma basocelular es el cáncer más común en el mundo, su incidencia se incrementa con la edad a partir de los 30 años, con un pico de presentación después de los 70 años.

 

La presentación clínica es variada y se puede observar cómo neoformaciones de aspecto nodular o en placa, típicamente con un borde perlado, enrollado, con telangiectasias gruesas y ramificadas en la superficie o bien pigmentadas o de aspecto cicatricial deprimida, con borde elevado y perlado.

 

 

Las metástasis del carcinoma basocelular son extremadamente raras. En el estudio histológico se observan cúmulos de células basaloides con empalizada periférica, atipia, necrosis, mitosis y retracción del estroma peri-tumoral.

 

El tratamiento es quirúrgico, con márgenes amplios, dependiendo de su localización, sus dimensiones, grado de invasión y variante histológica.

 

Más incidencia

 

El carcinoma espinocelular o epidermoide es el segundo cáncer de piel más frecuente. Su incidencia se incrementa con la edad, tanto en hombres como en mujeres, especialmente en personas de foto tipo claro y con antecedente de exposición prolongada a la radiación ultravioleta.

 

El factor de riesgo más importante para su desarrollo es la dosis acumulada de radiación ultravioleta: exposición crónica al sol, por lo que la mayoría ocurre en sitios expuestos, como cabeza, cuello y manos. La exposición a carcinógenos como el arsénico y la radiación ionizante también incrementan el riesgo de desarrollarlo.

 

El objetivo del tratamiento es la remoción completa de la neoplasia, prevención de metástasis y conservación de la función. El tratamiento estándar consiste en la resección quirúrgica convencional, con márgenes de 5 a 10 milímetros, dependiendo del tamaño del tumor, la localización y el grado de invasión.

 

El melanoma es un tumor que se origina de los melanocitos de la capa basal de la epidermis, presenta un comportamiento agresivo con alto potencial metastásico, y ocupa el tercer lugar en frecuencia entre los cánceres de piel.

 

 

Existen variantes clínicas relacionadas con exposición solar intermitente intensa y quemaduras solares y los que se presentan en sitios no fotoexpuestos. Los 4 subtipos principales de melanoma son: el melanoma de extensión superficial, el melanoma nodular, el lentigo maligno y el melanoma acral lentiginoso. El melanoma acral es la variante clínica más frecuente.

 

El alfabeto del melanoma

La mejor forma de prevenir el melanoma es poner atención a la piel y sobre todo a los lunares, según los expertos. La regla ABCDE ayuda a conocer las señales de advertencia del melanoma.

 

Dra. Natalye Reyes

Cirujana Dermatóloga

David, Chiriquí

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