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Cirugía sin Huellas

En el año 1885 se realizó con éxito la primera cirugía abierta para la extracción de la vesícula biliar (colecistectomía), esto se llevaba a cabo a través de una incisión en la pared abdominal de 10 a 20 cm. Cien años después en 1985, Enrich Muhe realizó en Alemania la primera colecistectomía laparoscópica. En 1987, Phillippe Mouret reportó su primera colecistectomía laparoscópica en Lyon, Francia y lo secundó en 1988 el Dr. Francois Dubois, en París. La difusión masiva de esta técnica se inició a finales de 1989 cuando se presentaron dos videos de esta operación en el Congreso Anual del American College of Surgeons en Atlanta, Georgia, donde miles de cirujanos de todo el mundo pudieron ver el nacimiento de una nueva técnica revolucionaria en cirugía de vesícula.

 

Hoy en día se puede afirmar sin duda alguna que la colecistectomía por vía laparoscópica constituye el estándar de oro. La técnica tradicional de la colecistectomía laparoscópica consiste en una incisión o puerto umbilical de 10 mm para la lente o laparoscopio, una incisión o puerto de 10 mm en epigastrio y dos incisiones o puertos de 5 mm subcostales derecho, para el paso de instrumentales de sostén, disección, clipeado, corte y cauterización.

 

 Rápidamente toman relevancia otras técnicas por la vía del mínimo acceso, como son la plastía inguinal, la cirugía antirreflujo, la apendicectomía, la esplenectomía, las cirugías de colon, la histerectomía y otras cirugías ginecológicas, las cirugías toracoscópicas, las cirugías plásticas, la ortopédica y la pediátrica, entre otras.

 

La cirugía endoscópica no ha permanecido estática, el deseo de optimizar los resultados funcionales, estéticos, dolor posoperatorio, disminución de estancia hospitalaria y reincorporación más rápida a sus actividades laborales y al seno familiar, han llevado a la búsqueda de procedimientos quirúrgicos cada vez menos invasivos.

 

Los cambios con la cirugía laparoscópica son evidentes: en sus inicios la incisión quirúrgica se medía en centímetros, ahora son en milímetros; la estancia posoperatoria se cuantificaba en días, ahora en horas; las infecciones quirúrgicas se considera una rareza al igual que las hernias posincisionales; el temor a la incapacidad física y laboral posoperatoria ha desaparecido. 

 

El deseo de ir reduciendo la invasividad en el abdomen del paciente, fue la motivación para el desarrollo en 1997 de la técnica de cirugía laparoscópica con un solo puerto umbilical, o conocida también como cirugía sin huella, cuyo pionero fue el mexicano Dr. Fausto Dávila y local le ha valido a él y su grupo el reconocimiento internacional a través de varios premios de prestigio.

 

¿A que se re refiere el término cirugía sin huella?

 

 

En términos generales el término Cirugía sin Huella fue acuñado por el Dr. Dávila, sin embargo, el concepto engloba las técnicas que tienen como finalidad realizar procedimientos sin cicatrices visibles.  Éstas incluyen las cicatrices naturales (ombligo), la utilización de “micro” instrumentos como en las técnicas de mini-laparoscopía, la utilización de las cavidades y orificios naturales como en NOTES (Natural Orifices Transluminal Endoscopic Surgery) para acceder a órganos de la cavidad abdominal a través de ellos).

 

En este artículo nos referiremos a la técnica de un solo puerto umbilical. Ésta  requiere para su realización de un laparoscopio de 10-11 mm con  un canal operatorio. A través del conducto del laparoscopio se usan los mismos instrumentos que se utilizan en la laparoscopía tradicional, pero con una longitud mayor. Con esta modalidad se lograba sustituir los puertos tradicionales de asistencia de 5 o 10 mm por agujas con hilo para traccionar el órgano de interés o por agujas de acceso percutáneo de 1 y 2 mm de diámetro. Al final las cicatrices son imperceptibles y desaparecen completamente al cabo de un mes, logrando superar los resultados estéticos y funcionales de la cirugía endoscópica tradicional.

 

¿Puede considerarse igual a la laparoscopía tradicional?

 

No.   Si bien conserva los principios de la cirugía laparoscópica tradicional, con el desarrollo de nuevos instrumentos de menor tamaño, se ha logrado disminuir el tamaño de los puertos de acceso desde los 10-12 mm hasta 3.0 mm. Igualmente el desarrollo de aditamentos e instrumentos especiales tipo agujas (2mm – sin puertos) le dan un carácter diferente.

 

 

¿Cuáles son los beneficios de esta técnica en comparación con la cirugía tradicional de laparoscopia?

 

Las mejoras con la mini laparoscopía desde el punto de vista funcional y estético, contrastadas con las de la laparoscopía tradicional, no son tan marcadas como cuando esta última se compara con la cirugía abierta.  Sin embargo, como toda técnica novedosa busca el mayor beneficio para el paciente en términos de menos dolor, mejor apariencia estética, rápido reintegro a la actividad física y laboral, menos probabilidades de hernias postoperatorias e incluso mejora en los costos, todo sin comprometer su integridad o seguridad.

 

¿Qué cirugías pueden realizarse con esta técnica?

 

Recordando que se trata de una modalidad en desarrollo, actualmente con la cirugía sin huellas pueden realizarse procedimientos de:

 

  • Laparoscopías diagnósticas y terapéuticas
  • Extracción de vesícula biliar (Colecistectomía)
  • Apendicitis aguda
  • Plastía o reparación de hernias
  • Resección de quistes simples de ovario benignos
  • Salpingectomías y otros procedimientos ginecológicos

¿Esta técnica es dolorosa?

 

Aunque el dolor es una experiencia muy particular de cada paciente y depende de múltiples factores, la cirugía sin huellas busca disminuir la percepción dolorosa al aplicar técnicas de invasión mínima.

¿Puede considerarse ambulatoria?

 

Sí, puede ser realizada bajo régimen ambulatorio, siempre y cuando se escoja bien a los pacientes.

 

¿Cuánto tiempo dura la recuperación?

 

 

Los pacientes sometidos a este tipo de cirugías suelen regresar a casa sino el mismo día del procedimiento, en promedio 24 horas después. Esto gracias a que permite la movilización y deambulación, así como la ingesta de alimentos muy tempranas.

 

A largo plazo, las técnicas mínimamente invasivas permiten recortar hasta en un cincuenta por ciento los períodos de incapacidad laboral.

 

Estas técnicas requieren, como todo nuevo procedimiento ya probado, del entrenamiento y las curvas de aprendizaje adecuadas para realizarlos con seguridad para el paciente. Cabe destacar que no se pretende que todos los cirujanos endoscópicos realicen de rutina estos procedimientos mini-laparoscópicos, ya que la cirugía endoscópica convencional cumple con creces sus objetivos al compararla con la cirugía abierta.

 

Por el Dr. Orlando Aizpurúa

Especialista en Cirugía General y Laparoscópica

Centro Medico Interamericano

Santiago de Veraguas Tel. 998-5583 

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